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Legends
Biler y Bursob
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Biler y Bursob
Dios enviò Olobilipileler al mundo con su señora, nena Olobilipileler,le decìan Piler por sobrenombre, y a su esposa, Pursob.
Dios los mandò para que les cuidara su huerto y su siembras, tambièn debìa atender a los animales.
Existìa en ese lugar un riò caudaloso con grandes extensiones de sembrados por las riberas de sus afluentes.
Ese rìo tenìa varios nombres: olobibiagundiwala, olosikirgundiwala, y sus afluentes eran:
a. Masiburgandiwala: abundancia de plàtanos, quineos, etc.
b. Obaburgandiwala: abundancia de maìz.
c. Siaburgandiwala: abundancia de cacao
d. Siaburgandiwala: abundancia de yuca
e. Dargwaburgandiwala: abundacia de otoe
f. Wagubburgandiwala: abundacia de ñame
g. Gaiburgandiwala: abundancia de caña
h. Asueburgandiwala: abundacia de aguacate
Olobilipileler recorrìa todo el huerto buscando huellas de otras personas buscando huellas de otras personas, pero sòlo encontraba la de los animales.
Caminaba por la orilla de rìo, y veìa a travès de la claras aguas toda clase de peces.
Miraba hacia el cielo y observaba el vuelo de las aves. Allì se respiraba una atmòsfera de traquilidad y paz.
No temian a los animales, pues èstos eran mansos.
Dios se habìa encargado de proporcionarles todos los alimentos, asi que no tenìan que preocuparse de eso.
Dios los mandò para que les cuidara su huerto y su siembras, tambièn debìa atender a los animales.
Existìa en ese lugar un riò caudaloso con grandes extensiones de sembrados por las riberas de sus afluentes.
Ese rìo tenìa varios nombres: olobibiagundiwala, olosikirgundiwala, y sus afluentes eran:
a. Masiburgandiwala: abundancia de plàtanos, quineos, etc.
b. Obaburgandiwala: abundancia de maìz.
c. Siaburgandiwala: abundancia de cacao
d. Siaburgandiwala: abundancia de yuca
e. Dargwaburgandiwala: abundacia de otoe
f. Wagubburgandiwala: abundacia de ñame
g. Gaiburgandiwala: abundancia de caña
h. Asueburgandiwala: abundacia de aguacate
Olobilipileler recorrìa todo el huerto buscando huellas de otras personas buscando huellas de otras personas, pero sòlo encontraba la de los animales.
Caminaba por la orilla de rìo, y veìa a travès de la claras aguas toda clase de peces.
Miraba hacia el cielo y observaba el vuelo de las aves. Allì se respiraba una atmòsfera de traquilidad y paz.
No temian a los animales, pues èstos eran mansos.
Dios se habìa encargado de proporcionarles todos los alimentos, asi que no tenìan que preocuparse de eso.
Olobilipileler recorria todo el huerto buscando huellas de otras
personas, pero sòlo encontraba la de los animales.
Miraba hacia el cielo y observaba el vuelo de la aves.
Allì se respiraba una atmòsfera de tranquilidad y paz.
personas, pero sòlo encontraba la de los animales.
Miraba hacia el cielo y observaba el vuelo de la aves.
Allì se respiraba una atmòsfera de tranquilidad y paz.
ni relánpagos, ni lluvias, ni trenos ni temblores.
Las aves alegraban el ambiente con sus melodiosos cantos.
Los àrboles eran frondosos, llenos de verdor, abundada toda clase de frutas y nadie los maltrataba.
Los animales brincaban y saltaban sin ser molestados los rayos de sol calentaban tibiamente a la tierra, no hacìa frio ni calor; el viento soplaba suavemente.
La lluvia mecia de vez en cuando las florer y los arboles frutales.
Asì transcurrìas el tiempo para Oloweagdili, ellos habiataron las riberas del rìo Goskuna.
La llegada de esas personas no afectaron la vida en la tierra.
Todos vivìan felices y dichosos y se ayudaban mutuamente en los trabajos difìciles.
Asi pasaban los dìas, y los meses. Años màs tarde, la descendencia de Olobilipileler se multiplicò con los siquientes hijos: Inwe, Kuchuka, Topeka, Kaana, Olokunaliler.
Las aves alegraban el ambiente con sus melodiosos cantos.
Los àrboles eran frondosos, llenos de verdor, abundada toda clase de frutas y nadie los maltrataba.
Los animales brincaban y saltaban sin ser molestados los rayos de sol calentaban tibiamente a la tierra, no hacìa frio ni calor; el viento soplaba suavemente.
La lluvia mecia de vez en cuando las florer y los arboles frutales.
Asì transcurrìas el tiempo para Oloweagdili, ellos habiataron las riberas del rìo Goskuna.
La llegada de esas personas no afectaron la vida en la tierra.
Todos vivìan felices y dichosos y se ayudaban mutuamente en los trabajos difìciles.
Asi pasaban los dìas, y los meses. Años màs tarde, la descendencia de Olobilipileler se multiplicò con los siquientes hijos: Inwe, Kuchuka, Topeka, Kaana, Olokunaliler.
Archivo personal de la Sra Marvel Iglesias.
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